domingo, 24 de mayo de 2009

Personas Especiales

Es lógico pensar que de las personas que pueblan este mundo, cada una es única y diferente; esperar lo contrario sería poco más que ilusorio. Como también es lógico suponer que de todas las almas con las que te cruzas en tu existencia, algunas te dejen más huella que otras.


A algunas personas las puedes apreciar con el tiempo y con el trato, pero nunca llegan a calar en lo más hondo de tu alma; personas con las que la relación en común nunca pasará de la más simple vacuidad. Y esto, cuando ocurre así, es algo que no se puede forzar ni fingir. Como dos pájaros que se cruzan en su vuelo, cada uno seguirá su camino y se perderán de vista sin amargura ni nostalgia, ni tan siquiera un recuerdo concreto de los cielos que una vez compartieron.


Hay personas a las que de inmediato sientes como un alma opuesta a la tuya; personas antagónicas a tu forma de sentir y de vivir la vida, y con las que no merece la pena intentar poner ideas en común. Como el agua y el aceite, a lo más que se puede aspirar es a coexistir uno al lado del otro sin mezclarse jamás.


Otras personas pueden inspirarte una profunda conexión o incluso fascinación nada más conocerlas; pero, conforme el sabio tiempo va colocando cada sentimiento en su lugar, pueden ser el desencadenante de una gran decepción. Seres humanos con los que sólo tienen cabida las emociones violentas, sean un sentido o en el otro. De los que se puede esperar tanto la adoración más intensa como el más intenso desprecio. Si se lo permites, pueden conducirte a una montaña rusa de emociones de la que te es muy difícil escapar; sobre todo sin el consiguiente mareo posterior…


Y también existen las personas que marcan un punto de inflexión en tu vida. Personas que te hacen soñar, reflexionar y también replantearte la forma en la que ves el mundo. Que llenan tu alma de flores y construyen cauces para que naveguen tus sueños; que dejan huellas en tu espíritu semejantes a los pasos de un amigo, huellas que con los años merece la pena detenerse a contemplar y recordar, siempre con una sonrisa en la mirada.


Una de estas personas es la que me ha hecho el regalo que aquí tan orgullosa muestro. Por desgracia no la conozco aún en persona; pero he compartido con ella tantas y tan bellas palabras, que no puedo sino considerarla como alguién muy cercano a mí y en el que verdaderamente merece la pena confiar.


Por eso, a ti, a tu dulzura y tu cariño, a tu pasión por la vida y a esa llama que arde con fuerza dentro de ti (incluso cuando tú no la ves) te dedico esta entrada. Gracias amiga.


Y te envío, también, besos con sabor a regalo aún no desenvuelto, que por experiencia sé que son los mejores…

8 comentarios:

RR dijo...

CORAZÓN QUE LATE....TRABAJANDO EN CORAZONES QUE LATIENDO PUEDEN DEJAR DE LATIR.....EL MIO EN ESTE MOMENTO HA TENIDO HASTA EXTRASÍSTOLES....QUE MARAVILLA DE ENTRADA....QUE FORMA DE ESCRIBIR MÁS CONMOVEDORA.....LA HILAZÓN Y EL LÉXICO PERFECTO....LLEGAS CORAZÓN LLEGAS A TOCAR LAS MIOFIBRILLAS DEL MÚSCULO LATIENTE....AL MIO DESDE LUEGO LE CLAVASTE UNA DULCE FLECHA....Y SIN HEMODINÁMICA....NO LA NECESITAS PARA NADA PARA ACCEDER A ÉL....TU SÍSTOLE MI SÍSTOLE ACUNADAS POR NUESTRAS UNIDAS DIÁSTOLES....GRACIAS POR TU RESPETO Y TU GENEROSIDAD...INCREIBLE TU HUMILDAD....ME HA ENCANTADO LO DE BESOS CON REGALO AÚN ENVUELTO....LO COPIO Y LO ADOPTO...VALE????TE QUEIRO NIÑA...TE QUIERO....

Edu dijo...

Aquellas personas que nos hacen soñar, las llamamos especiales, son aquellas que hacen un latido de mas en nuestros corazones, que las que denominamos comunes.
Un Abrazo.

Amapola Psicovisceral dijo...

jo,qué bonito homenaje..pero más aún tu descripción de los tipos de personas, tan real como la vida misma; me encanta cuando la gente consigue que al leer sus textos siemrpe pienses "siii...esto lo he vivido yo", "sii..esto también lo siento así".
y tú lo consigues...

muchos besos

El chache dijo...

Hay personas que calan, otras que no.
Todos somos especiales en algun sentido, pero algunos sentidos son mas fuertes que otros.
Un saludete

Sergio Fernández dijo...

Qué bonito. Sólo puedo decir que la manera como has descrito la interacción vital con otros individuos de la especie es exquisita. Y es curioso que a veces encontramos a seres de luz, a los que apenas conocemos y que de repente sin saber porqué iluminan nuestra vida, nos dan esperanza y fuerza para seguir, nos recuerdan que el aprendizaje vital es constante hasta el último momento de nuestra vida. Hay personas que con su destello nos hacen ser mejores.
Me encanta como escribes. Te mereces ese regalo y esa amistad especial. Un beso

Illystil dijo...

Hola Rosita: gracias por tu comentario. Me alegra mucho que mis palabras hayan tocado ese corazón tan grande que tienes. Y te digo lo mismo: aquí estoy para lo que quieras, ¿ok?

Hola Edu: me gusta esa definición que das de personas especiales. La recordaré.

Hola Juls: me ha gustado mucho tu comentario. No sabes lo que significa para mí saber que lo que reflejo aquí transmite, y que otras personas se sienten identificadas con ello. Gracias guapa :)

Hola amigo Chache: creo que ése es el quid de la cuestión. Las personas nos parecen especiales o no según a qué cualidades demos prioridad. Aunque lo hagamos inconscientemente...

Hola Sergio: qué bonito tu comentario. Sabes, tú tampoco escribes mal precisamente ;)
A ver si hoy tengo tiempo y me paso por tu blog, que me tengo que poner al día...

Un beso a tod@s y gracias. Sabéis que todos tenéis un lugar entre mis miofibrillas... digo, en mi corazón :P

Calvarian dijo...

La verdad es que con tantos años de estar sólo...la gente...No lo llevo muy bien. Me he acostumbrado a mis libros, ahora mi ordenador(escribo desde hace año y medio), mis paseos y mis cervezas de fin de semana(demasiadas jeje). Por eso cuando quedo con alguien, enseguida me aburro. Y como sigo siendo el soltero más soltero del mundo pues...así es difícil engañar a alguna jajaja ¿Verdad?
Besix

Illystil dijo...

Calvarian: entiendo en parte lo que quieres decir. En cierto modo te acostumbras a un tipo de vida determinado, y se hace difícil salir de ahí.

Yo me sentía de forma parecida hasta hace unos 6 o 7 años, no me apetecía alternar, sobre todo con gente que no conocía bien. Aunque supongo que en mi caso se debía a que por aquel entonces era horrorosamente tímida, y claro... pues lo pasaba mal.

De todas formas, haciendo lo que a uno le gusta y le motiva (leer, escribir...) no se echa tanto en falta la compañía ¿no crees?

Un saludo y gracias por comentar