domingo, 11 de enero de 2009

Mi Voz Dormida

A veces pienso que he estado dormida durante muchísimo tiempo.


Es curioso, porque mucha gente asocia el sueño con paz, sábanas revueltas y deseos insconscientes que salen a la luz como chiquillos alborotados en un patio de colegio.


Pero el sueño puede significar muchas más cosas… como tus más oscuros miedos al descubierto, aprisionándote… puedes revivir situaciones de tu pasado con mucho más terror de lo que alguna vez tuvieron; puede ser un perro negro, enorme, aterrador, siguiéndote a dondequiera que vas sin que nunca sepas cuándo te atacará… puede ser una pesadilla sin fin, sin saber, perdida en la inconsciencia cómo estás, que nada de lo que te oprime es real y que reside en tu voluntad girarte hacia la luz y despertar.


También puede significar perder el contacto con el mundo que te rodea, el interés en todo lo que alguna vez te hizo sentirte viva; y perder la noción de tí misma, no prestar más atención que a lo que tus ojos están dispuestos a ver. Esperar siempre el final de un día asfixiante que promete convertirse en el comienzo de otro día asfixiante… hasta que empiezas a dejar de notar el paso de los días, de las personas que olvidas en el camino, de la juventud que se escapa sin pedir permiso…


Y sí, ahora que lo pienso bien, creo que sí he estado dormida. Tan dormida que a veces ni siquiera sé cuántos años tengo. Tanto que me sorprende cuánto ha cambiado el mundo mientras yo me empeñaba en no formar parte de él, que me indigna ver cómo todos han cambiado y ahora son adultos, o lo pretenden, mientras yo me conformaría con mis deseos de niña, con reír, con experimentar, con quemar la noche hasta que no queden ni las cenizas… porque yo no estaba ahí mientras los demás hacían todo eso...


Incluso a veces me sorprendo de cómo soy, de cómo sé demasiado de algunos aspectos de la vida y demasiado poco de otros… Sin embargo, he de pensar que es lógico, que acabo de despertar de un largo sueño y apenas si estoy reconociendo los contornos de mi hogar, del mundo, de mí misma, de todo lo que una vez olvidé.


Todo irá mejor ahora que poco a poco he acabado de despertar. Ahora que puedo volver a recordar quién soy, a zarandear los sueños que dejé olvidados en mi mesilla de noche, y que con este tiempo han acumulado tanto polvo, los pobres… sin embargo, están como nuevos, me han esperado todo este tiempo porque ellos, con la sabiduría de las cosas intangibles, sabían que algún día volvería... aún cuando ni yo misma estaba segura.


Ahora que comprendo y saboreo la vida después de tantos años de sólo intuirla; ahora que mi perro negro es incapaz ya de perseguirme por más tiempo… ahora que ya no siento miedo, porque lo peor pasó y he sobrevivido, y aunque lleguen otros tiempos y me queden nuevas batallas… no me preocupa demasiado, porque sé que estoy despierta, consciente del mundo a mi alrededor y de lo que puedo lograr en él.


Ahora, por fin, me siento capaz de cambiar mi destino. Y merezco celebrarlo, porque me ha costado mucho llegar hasta aquí.

4 comentarios:

El chache dijo...

Hola.
He llegado aqui de casualidad y me ha encantado tu blog.
Si te apetece, pasate por el mio, QUE FRESQUITO ESTA TODO, a ver si te gusta y podemos leernos.
Un saludo

El chache dijo...

Hola de nuevo. Muchas gracias por pasarte por mi blog. Te enlazo para no perderme nada de lo que publiques aqui.
Un saludete

Sergio Fernández dijo...

Hola soy Sergio, he leído "Mi voz dormida", y me ha parecido estupendo. Aun eres capaz de reconocer tus sueños, eso es señal de que tu espíritu está intacto. Eres afortunada, tienes más que muchos, aun te sigues reconociendo frente al espejo, aun puedes llevar la cabeza bien alta y decir, que sigues siendo tú misma. : )

RR dijo...

Pues vamos a celebrarlo....

VIVIR LA REALIAD POR DURA QUE SEA NOS HACE LIBRES....

Alzo contigo mi copa y brindo por tu despertar...eso si de vez en cuando duermete un poco y pierdete con MORFEO...siempre es incondicional